Los sonidos de la noche siempre nos recuerdan que existe un peligro que no podemos ver , acechando , esperando el momento preciso...
No muy lejos de ese peligro , se situaba una pequeña cabaña, que alumbraba la noche. Su cálida hoguera hacía que fuese la única luz entre tan gélida oscuridad.
Dentro de la confortable estancia, un hombre avivaba el fuego mientras su hija lo miraba impaciente. Sus infantiles almendrados ojos verdes denotaban la anciedad. Pues en noches como esta su padre contaba las mejores historias . Una sonrisa cruzó por su rostro cuando aquel hombre comenzó a hablar .
- Pronto comenzará a nevar, se dice que en noches como esta... Rost se detuvo sin terminar de hablar.
-Cuéntame ! Quiero saber. Dijo la pequeña Sahara.
Rost miro al fuego pensativo. Las llamas comenzaban a diezmar por el frío nuevamente y echó dos troncos secos que sostenía en su mano izquierda. Giró la cabeza a la ventana y los primeros copos de nieve empezaban a aparecer.
Miró el fuego nuevamente , extendió sus manos para calentarlas y dijo:
- Es una vieja historia , de esas que me contaba mi padre cuando tenía tu edad. Historias que hace muchas lunas sucedieron.
Rost se sentó a un lado de Sahara ,que reposaba en un banco de madera vieja, junto a la mesa. Era un banco pequeño , pero suficientemente grande como para resistir el peso de dos personas, a pesar de parecer añejado por el tiempo.
Puso su brazo sobre su pequeña y le besó la frente . Era una sensación cálida para ella, de seguridad, de que todo iba a estar bien.
- En lo profundo del Bosque Sombrío , existen criaturas mágicas y muy antiguas . Algunas sobrepasan mi entendimiento por su gracia y belleza , pero hay algunas que es mejor no mencionar. Terminó diciendo Rost
Hizo un silencio nuevamente y continuó: Lo llaman Ulnar, o así le dicen. Es un espíritu del bosque , vive en los árboles , pero no sobre ellos como lo haría un ave. Su cuerpo se entrelaza con el tronco y de alguna manera que no entendemos , descansa allí por largo tiempo. De tal manera que se funde con el árbol y los dos se vuelven uno.
- Es eso posible? Preguntó Sahara , su edad no era suficiente como para comprender cómo funcionaba la magia .
- Si . Argumentó su padre. Los ojos de Rost parecían tristes y cansados.
La pequeña se le quedó mirando , veía su rostro y su cabello que dejaba ver algunas luces del fuego que rebotaban sobre su cabello, negro y blanco entremezclado por la edad. Algunas chispas encendidas salían de la hoguera y la madera cirugía en el silencio de su padre.
Rost rompió el silencio nuevamente. - Se dice que solo sale cuando tiene hambre , solo cada unos años , cuando despierta de su letargo, pero su comida se diferencia mucho de la nuestra .
-Y qué come ? Preguntó la dice niña.
- Se dice que su cuerpo se asemeja al de los gatos , con algunos rasgos humanos , pero en sí ,parece más animal que hombre . Le dijo su padre evitando la pregunta.
Sahara miró al suelo , sus pies ya rozaban el piso de madera , ya había crecido . Quizás esa sensación de sentirse mayor hacía que le molestara que su padre siempre evitara decirle algunas cosas.
-Ulnar puede parecer una bella criatura, en realidad puede parecerse a cualquier cosa viva que desee, pero su naturaleza es malvada , cruel . Podría ser la ardilla que pasa junto a los árboles o el cuervo que ves volar sobre tu cabeza en las mañanas. Supongo que por eso lo llaman un espíritu del bosque, cambia a voluntad su forma para devorar a su presa.
-Nunca me cuentas toda la historia! Intervino Sahara molesta.
-Vamos a la cama allí terminaré de contarte toda la historia. Concluyó Rost con tristeza.
La pena y el dolor se veía en los ojos de aquel hombre . Poco pudo disimularlo , casi sentía como si una lágrima cayera sobre su rostro.
A pasos lentos llegaron a la habitación , de aspecto descuidada , se notaba la ausencia de una madre en toda la estancia . El pequeño cuarto de la niña era frío , pero las pieles para tapar el cuerpo eran confortables y hacían que no se notara tanto una vez que se cubría con ellas en la cama.
Sahara se recostó en su cama , con la espalda pegada a la pared y la otra mitad de su cuerpo sobre la cama . Gentilmente Rost le tendió las pieles sobre los pies y le pequeña se deslizó suavemente hasta quedar tendida completamente sobre su colchón.
Rost se aclaró la garganta y dijo con voz tenue:
-Devora ojos de humanos y con ellos se lleva la vida de sus víctimas , su último aliento.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Sahara, apretó los dientes y se estremeció.No podía demostrar con palabras lo que sentía , tenía que parecer mayor para terminar de escuchar la historia. Inclinó un poco la cabeza en dirección a su padre y se determinó a escuchar toda la historia por aterradora que fuese.
Por la ventana de la habitación se veía la nieve caer , unos pasos tenues , pero firmes se escucharon; a pocos metros pasó un alce y en sus ojos reflejaba la tenue luz que se escapaba por la ventana.
El animal se acercó a la ventana , tanto como pudo , algo llamó su atención. Le costaba caminar por la tierra semi congelada . Vió por la ventana un momento , la sangre salpicaba la estancia , una niña sin ojos en su interior , y junto a ella, una persona que parecía un felino con las fauces ensangrentadas que le dibujan una sonrisa en el rostro .
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